miércoles, 27 de abril de 2011

El pulgar de los romanos

Todos conocemos el gesto de Nerón en el circo romano, el pulgar para abajo, indicando que el gladiador tenía que morir. Lo vimos en montones de películas: el gladiador en el suelo,vencido, y el ganador, agitado, que mira hacia el palco del emperador que tiene cara de loco, el emperador, cara de degenerado, levanta el puño, saca el dedo gordo para afuera, lo pone en horizontal, se hace silencio, y entonces baja el dedo, la hinchada romana brama : ¡¡¡Eeeehhhhh carajooo!!! y el gladiador que está de pie le clava la espadota esa en el medio del corazón al que había perdido, que ahora perdío del todo.
Pero resulta que nosotros  no somos los inventores de las truchadas, y que el tema del dedo gordo para abajo es una truchada histórica que nunca pasó en la realidad.
Hay un cuadro que estuvo muy difundido a fines del siglo XIX, donde se ve a un emperador con el pulgar para abajo, indicándole al gladiador lo de la película, y parece que este cuadro fue lo que influyó en el mito del dedo.
Pero en verdad, cuando vamos a los papeles de la historia, averiguamos que Juvenal, un historiador que lo vio en persona, porque vivió en aquella época, cuenta que el dedo funcionaba de otra manera. Primero, el emperador no decidía la suerte del gladiador,sino que consultaba a la hinchada a ver qué era lo que quería; la hinchada romana, segundo, se apuntaba con el dedo gordo al pecho si quería que le clavaran la espada ahí al perdedor; y tercero, ponían el dedo gordo para abajo, si querían salvarle la vida al perdedor, el dedo para abajo significaba deja caer la espada al suelo.
O sea: dedo gordo para acá, perdiste; dedo gordo para abajo, zafaste; dedo gordo para arriba y haciendo como que aprieta un botón: tomá de acá.

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